Se jubiló Lydia y nos toca despedirla.

Ella nos acompaña en la Cooperativa desde el año 2008 en trabajos de limpieza en reemplazo de su hermana Beatriz Caceres quien también trabajó por mucho tiempo.

Lydia es una persona siempre dispuesta a ayudar, con amabilidad y una sonrisa en su rostro.

Una excelente trabajadora que vamos a extrañar mucho pues era parte de esta gran familia que es la Cooperativa.

 

Las hermosas plantas que tenemos en el salón de la sede son -en gran parte- fruto de los cuidados que Lydia supo darles a cada una.

 

Este lugar no será el mismo sin su presencia porque no solo era una compañera, sino una amiga de todos, con su espíritu alegre y optimista nos ha ayudado y acompañado a sobrellevar el stress y la carga laboral.

Gracias Lidya! por tantos años compartidos, le deseamos lo mejor para la nueva etapa de tu vida.